31 de enero de 2007

EL TRASANDINO.





















Una de nuestras debilidades en nuestros viajes son justamente los ferrocarriles, no porque fueramos fanáticos de los mismos, pero si por la historia que llevan consigo y por la significación que fue para muchos pueblos: a veces el símbolo del desarrollo, del auge, otras veces el símbolo del servicio puesto a disposición de los terratenientes para sacar más rápido sus producciones y muchas veces también de la explotación de los obreros que iban en búsqueda de un trabajo temporal. Así de contradictorio, así de interesante y atrapante sus historias.
Hoy muchos de esos ferrocarriles no corren más, hoy sus pueblos que supieron conocer el desarrollo gracias a este vital medio de transporte, languidecen y mueren lentamente, esperando talvez en la ilusión del sonido de un silbato, del ruido de sus motores o simplemente del negro humo que vea allá a lo lejos en la inmensidad del paisaje, aparezca nuevamente.
El ferrocarril Trasandino unía Buenos Aires con Mendoza y más allá transponía las fronteras de nuestro país para llegar a Los Andes (en Chile).
De trocha media, el ferrocarril Trasandino constituyó una obra de ingeniería importante que debió superar grandes dificultades de la naturaleza y también de orden económico y burocrático. Sus impulsores, los hermanos Juan y Mateo Clark, iniciaron su proyecto en 1874 pero recién en 1889 pudieron dar comienzo a las obras.
Terminado en el año 1910, ya para ese entonces Juan Clark había fallecido y la empresa se encontraba con una importante cantidad de apremios financieros que hicieron que capitales ingleses se hicieran cargo del ferrocarril. Esta empresa se llamaba Trasandine Construction Company.
Debido a lo difícil del terreno, debieron utilizarse tecnologías de punta para la época. Debió instalarse cremallera del tipo ABT en casi todo el trazado que va desde Río Blanco hasta Las Cuevas, cuya pendiente promedio es de 4,8 %, ya que de otra manera las locomotoras no eran capaces de salvar la pendiente durante la subida ni frenar sobre los rieles cubiertos de hielo durante la bajada. Por ello, en gran parte del trazado de montaña se usaron durmientes de acero, para resistir la tracción de las locomotoras sobre la cremallera.
También fue necesaria la construcción de innumerables túneles, algunos de ellos todavía en buen estado otros que actualmente ya han desaparecido en la inmensidad de la montaña producto de derrumbes, y cobertizos con el fin de evitar que las avalanchas de nieve y piedras que cayeran sobre el trazado y los convoyes. Esto permitía además contar con un sitio seguro para guarecerse durante las tormentas.
El tren fue desactivado en el año 1984, aunque su desactivación definitiva fue en el la década del 90 con el programa de privatizaciones.
Existen proyectos tendientes a reactivar el servicio con fines turísticos, mucho se habla de eso, mientras tanto las vías siguen esperando...

30 de enero de 2007

MENDOZA: CUNA DEL BUEN VINO.






















Es indudable que, hasta para los que no son especialistas en el tema como nosotros, Mendoza es cuna del buen vino.
Atraidos cientos de miles de turistas al año por el buen vino y por la reciente reputación de su continuo mejoramiento en la calidad, Mendoza tiene como uno de sus atractivos la visita a sus bodegas. Allí al desgustarse algunos de esos buenos vinos, nos damos cuenta que justamente lo mejor no llega a Buenos Aires, ni se encuentra entre nuestras góndolas, sino que son de exportación.
La calidad de las uvas, el sol, el clima propicio de Mendoza, los estándares de calidad y salubridad (los toneles de madera son parte de la rica historia del vino, ahora se elaboran en tanques de acero inoxidable o barricas cuya vida útil es corta) a los que son sometidos hacen de los vinos mendocinos hoy, uno de los mejores vinos del mundo. Y esto no es tan solo una simple apreciación manchada de nacionalismo, sino una realidad que día a día va ganándole mercado a un grande de los vinos como lo es nuestra vecina República de Chile quien cuenta con la ventaja de estar instalado en el mercado internacional vitivinícola desde hace más de tres décadas.
Mendoza cuenta hoy con aproximadamente 900 bodegas entre grandes y pequeñas, algunas de tipo familiar, a lo largo de todo su territorio, algunas muy importantes como Norton en Luján de Cuyo, López en Maipú, Valentín Bianchi en San Rafael, Chandón en Agrelo, La Rosa, Salentein, Finca Flichman, Navarro Correas, Trapiche, Viniterra, Nerviani en Russell, Dto. de Maipú, Cavas de Don Arturo, esta última en el Valle de Lunlunta en el Dto. de Maipú, entre otras.
Justamente estas dos últimas bodegas abiertas al público y que son empresas familiares fueron las que hemos visitado, allí hemos degustado distintas variedades de vinos tintos: Malbec y Cavernet Sauvignon y de vinos blancos: Chardonnay. Este tipo de vino sirve también de principal materia prima para la elaboración de Champagne, porque "aunque ud. no lo crea", el Champagne (que no puede ser denominado así porque se trata justamente de una marca) es un vino más. Este también puede ser realizado por otras tipos de variedades de vinos blancos como el Pinot noir y Pinot Meunier. Las diferentes variedades de Champagne son Brut, Extra Brut, Sec, Demi sec estas variedades tienen relación justamente con el grado de presencia de azúcar en la elaboración de los mismos. También se encuentra la variedad Rose elaborada a partir de vinos rosados.
Sin embargo, a pesar de la gran cantidad de bodegas, esta industria no constituye la principal actividad económica de Mendoza. La principal actividad económica de Mendoza es la industria petrólifera cuyos pozos de extracción principales se focalizan en la región de Luján de Cuyo y al sur en la zona de Malargûe.
Volviendo al tema de vinos notamos que en ambas bodegas tenían una capacidad instalada para realizar vinos que era muy superior a la producción realizada hoy en día. Esto es una constante en muchas bodegas mendocinas y se debe básicamente a las crisis que han pasado que los obligó a "achicarse" y cuando ya el panórama cambió y las exportaciones son un gran negocio redituable se comenzó a producir en vez de cantidad, calidad. Por esa razón por ejemplo las Bodegas Nerviani que data del año 1892 y es una de las más antiguas de Mendoza que tenía una capacidad instalada para generar 6 millones de litros hoy solo produce 160 mil de altisima calidad y que no van a ver seguramente en ninguna góndola ya que su producción enteramente está destinada a exportación.

29 de enero de 2007

LA MAGICA RUTA 40.















Citando a Federico Kirbus en una de sus mágnificas obras, la "mágica ruta 40" es la carretera más extensa de la Argentina, la cual ha sufrido una importante cantidad de variantes a lo largo de sus 72 años.
Creada en el año 1935, la Ruta Nacional 40 ha tenido como epicentro la Ciudad de Mendoza. Desde allí, el Km. 0, partía en dirección Norte y en dirección Sur. Concretamente el Km. 0 se encontraba en la intersección de las esquinas de San Martín y Garibaldi en donde se erige el monumental edificio de estilo neoyorkino denominado "Edificio Gómez" y que fuera construido en 1954 por Manuel Civit.





Durante muchos años y hasta la actualidad se oyó hablar del Km. 0 a esta mítica esquina (símbolo de citas y reuniones) pero bien hemos dicho que esta ruta ha sufrido una importante cantidad de variantes a lo largo de su vida, una de ellas fue el mojón del Km. 0 que por el año 1980 pasó a ubicarse en las intersecciones de las Rutas Nacionales 7 y 40, en las afueras de la Ciudad.
Ya en el año 2005 con la redefinición de la Ruta Nacional 40 como un producto "más turístico" al estilo de la Ruta 66 de los EEUU, el Km. 0 pasó al extremo sur de la misma en Faro de Cabo Vírgenes en Santa Cruz.
Su trazada ha sufrido también muchas variaciones, algunas muy significativas, las cuales dejo por respeto a quienes la conocen bien que las relaten ellos.
Hasta hace apenas dos años, cuando habíamos ido a Abra Pampa, en nuestro viaje por Jujuy, la Ruta Nacional 40 terminaba allí. Hoy la Ruta Nacional 40 termina en Ciénaga de Paicone, un ígnoto pueblito del oeste Jujeño, pero su traza está definida para que termine en La Quiaca, uniendo así más de 5000 km. de carretera en forma paralela a la Cordillera de los Andes.
A lo largo de la misma cuenta con una escalofriante estadística: recorre 11 provincias, tiene 236 puentes, cuenta con el honor de ser una de las carreteras más altas del mundo y la más alta de América en el Abra del Acay en Salta donde oficialmente marca 4895 metros sobre el nivel del mar aunque mediciones con GPS muestran que la altura es aún mayor, cruza 18 importantes ríos, bordea 13 importantes lagos y salares, conduce a 20 reservas y parques nacionales, conecta 27 pasos cordilleranos y vincula a tres regiones del país: la Patagonia, Cuyo y el Noroeste.

14 de enero de 2007

MENDOZA 2007.

El mapa inicial que teníamos previsto se asemejó mucho en esta ocasión al que finalmente hemos logrado. En este viaje hemos podido conocer, algunas bien otras de pasada nomás, Mendoza, Guaymallén, Las Heras, Monuento Canota, Vaquerías, Villavicencio y el camino de los caracoles, Godoy Cruz, Luján de Cuyo, el Valle de Lunlunta en Maipú con sus hermosos viñedos, el Dique de Potrerillos, el Puente Histórico de Picheuta, Vallecitos, Uspallata, Polvaredas, Punta de Vacas, Puente del Inca, Los Penitentes, Mirador del Aconcagua, Las Cuevas, Cristo Redentor, el Valle de Uco, Tunuyán, La Consulta, San Carlos, Pareditas, San Rafael, Villa 25 de Mayo, Dique El Nihuil, Cañón del Río Atuel y Valle Grande. Nos ha faltado la parte sur de Mendoza que teníamos como posible a visitar y que al final de cuenta no hemos podido hacerla por razones de tiempo. Sin embargo, al hacer una evaluación destacamos como positivo todo lo hermoso que nos dejó conocer en tan poco tiempo la Provincia de Mendoza.
Proximamente les daremos a conocer algunos de los lugares visitados con detalle.
Saludos.

5 de enero de 2007

PLAN DE VIAJE 2007.


Fue una decisión difícil...llena de idas y venidas, que teníamos o no teníamos vacaciones, primero se presentó como candidato el Sur Argentino, la Patagonia, pero se pinchó. Una lástima, otra vez será...

Situaciones ajenas a nuestra voluntad hicieron que nuestras vacaciones naufraguen como una barcaza en el medio de una tormenta marina, sin embargo algo se pudo rescatar, y allí nuevamente se empezaron a perfilar distintas candidaturas de destinos a ser visitados por nosotros: el primero sin lugar a dudas fue el que vinimos teniendo en mente durante gran parte del año: un recorrido por la Patagonia Andina, claro que esta vez adecuado a una semana en vez de dos. Analizando comenzamos a evaluar sus pro y sus contras y al hacer un balance nos encontramos con otros destinos que presentaban mejores condiciones para adecuarlas a una semana: la Costa Atlántica, Córdoba, Entre Ríos, San Luis, Rosario, Misiones...hasta las mísmisimas Purmamarca y Salta, que ya conocemos como la palma de nuestra mano, asomaron como candidatas. Todos se fueron cayendo de a uno poco a poco. El único destino que asomó alternativamente fue Mendoza y siempre estuvo allí, como esos candidatos de bajo perfil que van avanzando y que "comienzan de punto pero terminan siendo banca".

Finalmente después de tantas idas y venidas, de una difícil decisión (porque todos los lugares que preseleccionamos tienen algo de lindo) nos hemos inclinado por tomar rumbo nuevamente hacia las montañas, pero esta vez un poco más al sur: a Mendoza.

Aca en la imagen que les presentamos se encuentra nuestro plan de viaje. A la vuelta les contamos como nos ha ido.

Saludos.