21 de marzo de 2010

UN DIA EN EL CHALTEN.


Luego de la Estancia La Leona seguimos por la Ruta Nacional 40 para tomar el empalme con la  Provincial 23 hasta la localidad de El Chaltén. 
Fundada en el año 1985 para sentar soberanía en la zona con motivo del conflicto por los hielos continentales, El Chaltén es como dice el cartel la "capital nacional el trekking", pero además de ello es el asentamiento poblacional más al occidente de nuestra Argentina. 
Sin dudas se trata de otro hito más que sumamos en nuestros viajes.
Se trata de un lugar realmente impactante y atractivo no sólo por su belleza, sino también por su flora, su fauna, los senderos que hay para recorrer y claro desde ya las imponentes agujas montañosas que le otorgan fama internacional al lugar.
Realmente se trata de un lugar que como mínimo requiere una estancia de tres días para conocerlo bien y creemos que valen la pena estar allí. 
Lamentablemente nuestro plan era tener un conocimiento mínimo del lugar, razón por la cual era un ir y venir en el día desde El Calafate. Conocerlo bien será un objetivo que seguramente se cumplirá en otra ocasión.
Las colosales montañas del Cerro Torre y el Chaltén apenas podían despuntar su silueta entre las espesas nubes tapan casi siempre sus cumbres.




Allí llegamos y estuvimos por un rato tomando fotos del lugar para luego ir al Lago Viedma y navegar por el mismo hasta el Glaciar homónimo, luego volveríamos nuevamente a El Chaltén para almorzar y pasear un poco por el pueblo y hacer un minitrekking en uno de sus circuitos.
Así fue como luego de estar un rato en el pueblo tomamos camino hacia Bahía Túnel en donde saldríamos con una embarcación que nos llevó de paseo por el Lago Viedma y su glaciar.





Nuestro viaje continúa navegando en el Lago Viedma. Si bien no presenta el mismo atractivo del color de las aguas del Lago Argentino, el entorno del paisaje no es menos que el otro.



Por momentos el día no acompañaba demasiado, el viento y alguna llovizna un tanto molesta nos hacía desistir por algunos instantes de permanecer en la cubierta.
Sin embargo, las ganas de conocer y de disfrutar - aunque nos mojáramos o tuviéramos frío - podían mucho más.


Ya a lo lejos podía apreciarse un gran manto blanco. Las aguas del Viedma comienzan a agitarse y perder su habitual calma a la que veníamos acostumbrados. Junto a ello el viento era impiadoso con nuestros cuerpos que, pese al abrigo, acusaba el frío.





Nos acercábamos más y más...





El Glaciar Viedma tiene cerca de 1000 Km2, o sea casi cinco veces la Ciudad de Buenos Aires, que discurre entre las laderas de los Cerros Campana y Huemul, tributando sus hielos al Lago Viedma. Se trata del segundo glaciar en importancia luego del Upsala. Así fue que no pudimos conocer el más grande, lograríamos conocer el segundo más grande. En el mismo se pueden realizar caminatas, de hecho un contingente muy pequeño que iba en la embarcación iba a hacer trekking allí en la mole de hielo. 
El glaciar se encuentra en un grave retroceso producto del impacto del calentamiento global que sumado a otros factores han hecho que el mismo experimentara en muy poco tiempo un sensible cambio en la fisonomía del glaciar. De hecho la guía de la embarcación nos comentaba que quien haya venido veinte años atrás seguramente no hubiera reconocido la fisonomía que presenta hoy sus paredes ya que son muy distintas respecto de esa época y, aseguraba, tampoco que lamentablemente tampoco lo conocerán así de la misma manera si vinieran veinte años después.
Mientras nos acercábamos cada vez más denotábamos la sensación de entrar en un congelador. Por suerte la tenúe llovizna y viento que azotaba al Lago Viedma comenzó a menguar y el sol comenzó a poner un poco de justicia en nuestros enfriados cuerpos.









Luego de atracar para hacer bajar al contingente que iba a realizar trekking en los hielos, nos volvimos a Bahía Túnel y, de allí, a El Chaltén.
Al llegar Al Chaltén almorzamos y luego hicimos una pequeña caminata por uno de los senderos que ofrece sus alrededores.


Lago Viedma.


Río de las Vueltas.


El Chaltén.



Lupinos.

Luego de almorzar nos fuimos a hacer senderismo a uno de los recorridos que tiene El Chaltén en sus alrededores. Se trataba del sendero que lleva al Río Chorrillo en donde se encuentra una cascada de aproximadamente 20 metros de altitud. El lugar conocido como Chorrillo del Salto es de muy fácil accesibilidad, a tal punto que se puede ir por la Ruta Provincial 23 en auto y dejar estacionado el mismo en el acceso y de allí caminar tan sólo unos 1000 metros hasta donde se encuentra la cascada. 


Río de las Vueltas.


Río de las Vueltas.


A Chorrillo del Salto.


En el sendero.


Sendero del Chorrillo del Salto.


Bosquecillo del Chorrillo del Salto.


Sendero y fotos del Chorrillo del Salto.







Luego de disfrutar de tan bellos lugares, volvimos a El Calafate.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy linda excursión!
Completamente de acuerdo, merece -al menos- tres noches de estadía.
El Chaltén, dos pulgares arriba!

Muy buenas las fotos y el post, como siempre!

Saludos.
Chugo.