Después de tres años nos reencontramos nuevamente con tierra Jujeña. El 12 de Enero a las 14.35 llegamos a San Salvador de Jujuy. Rápidos de reflejos y sabiendo que un micro salía a La Quiaca a las 14.45, Axel se encargó de buscar los bolsos y enseguida estar en la boletería de la Empresa El Quiaqueño para adquirir los boletos, cosa que hicimos sin ningún tipo de inconvenientes. Hasta nos dimos el lujo de elegir el asiento del lado en donde hay mejor paisaje!!!.
Puntualmente a las 14.45, y luego de volver a colocar los bolsos en la bodega, salimos a La Quiaca.
A su paso llegaron los pueblitos de los valles Villa Jardín de Reyes, Reyes, Yala, Lozano y León. Luego de los valles, los pueblos de la Quebrada en donde el paisaje empieza a ser cada vez más hermoso: primero la Cuesta de Bárcena, Volcán, Tumbaya, Tumbaya Grande, Estación Purmamarca (Cruce de las Rutas 9 y 52), Tunalito, Posta de Hornillos, Maimará con sus imponentes Paletas del Pintor, Tilcara, Angosto del Perchel, Huacalera, Chucalesna, Uquía, Humahuaca, la silenciosa y casi escondida Hornaditas, Azul Pampa y ya abandonando la Quebrada y metiéndose en la Puna los coloridos cerros del Espinazo de Diablo en Tres Cruces.
Allí lamentablemente no pudimos disfrutar de ellos en todo su esplendor ya que una tormenta corta pero intensa y con algo de granizo hizo que prácticamente no viéramos casi nada.
Ya en la Puna con un cielo azul intenso y muy poco de nubes pasamos por la tristemente contaminada ciudad de Abra Pampa, en donde hicimos una breve parada, Puesto del Marqués, La Intermedia y Pumahuasi.
Llegamos 18.30 y de allí nos fuimos rápidamente a la Hostería Munay. Los 3400 metros sobre el nivel del mar de La Quiaca no nos produjeron ningún efecto negativo.
Recorrimos otra vez sus calles: Belgrano, Sarmiento, San Martín, Independencia, España, Paraguay, Lamadrid, Yrigoyen, etc. Notamos algunos cambios respecto del año 2005, cuando estuvimos allí por primera vez, en especial la plaza principal que luce renovada por el Centenario, cumplido en febrero del año pasado, de esta linda ciudad.
Debemos decir que La Quiaca es una excelente base para conocer una parte interesante de la Puna Jujeña, como así también para prepararse para cruzar a Bolivia. Estos eran los primeros objetivos estrátegicos del viaje.
Con esos objetivos estrátegicos en mente es que decidimos buscar quien nos lleve a pueblos como Santa Catalina y El Angosto. Todos nos ofrecían Yavi y la tentación era muy grande para ir porque Yavi nos encanta pero nuestra idea era tratar de llegar a otros lugares que no conocíamos. En eso de preguntar y preguntar dimos con Horacio Cruz quien nos ha llevado en su camioneta al día siguiente y que pronto les daremos a conocer.
Ya siendo de noche y tras una jornada signada por los viajes, las corridas para conectar otro viaje, el recorrido de calles y la búsqueda de alguien a quien nos lleve de "excursión" a estos pueblos alejados decidimos cenar una rica pizza e irnos a descansar para un nuevo día que nos esperaba.
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