Salimos de Socaire y no bien termina el pueblo, allí se termina el asfalto. La ruta continúa en un ripio que presenta un muy buen estado y el paisaje está flanqueado por enormes volcanes. En unos pocos km. de Socaire hay un desvío a mano izquierda que nos introduce en el camino para llegar a las Lagunas Miscanti y Meñiques.
El camino es serpenteante y de tierra ya que tiene que ascender desde los 3500 a los 4200 metros. El esfuerzo de la camioneta se hacía notar y como a los quince minutos de la misma el motor comenzó a subir su temperatura de una manera alarmante. Se intentó por todos modos seguir pero fue técnicamente imposible.
A decirnos la verdad nos preguntábamos que pasaría si nos quedábamos en el medio de la nada...pues bien no pasaría nada malo.
Retrocedimos nuevamente hasta la ruta hasta encontrar una zona alta y despejada de montañas en donde hubiera señal de celular...(si señor en el medio del desierto más desierto y de la nada señal de celular...igualito a Argentina). Así fue como en un poco más de una hora el auxilio de otra camioneta de la empresa de turismo que venía de San Pedro de Atacama llegaría y nos llevaría al destino final...las lagunas Miscanti y Meñiques.
Mientras tanto aprovechamos a almorzar y a disfrutar del paisaje.
A decirnos la verdad nos preguntábamos que pasaría si nos quedábamos en el medio de la nada...pues bien no pasaría nada malo.
Retrocedimos nuevamente hasta la ruta hasta encontrar una zona alta y despejada de montañas en donde hubiera señal de celular...(si señor en el medio del desierto más desierto y de la nada señal de celular...igualito a Argentina). Así fue como en un poco más de una hora el auxilio de otra camioneta de la empresa de turismo que venía de San Pedro de Atacama llegaría y nos llevaría al destino final...las lagunas Miscanti y Meñiques.
Mientras tanto aprovechamos a almorzar y a disfrutar del paisaje.
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