Los Valles Calchaquíes pueden efectuarse en un recorrido iniciado desde Salta por Ruta 68 o bien desde esta tomando el desvío por Ruta 33 y luego volviendo por la 40 y por la 68 nuevamente. Intentaremos describir este primero.
Saliendo de Salta por Ruta 68 se accede a las localidades de Cerrillos, La Merced, el Carril y Coronel Moldes. Al llegar a Alemanía nos adentramos en la Quebrada de las Conchas o Quebrada de Alemanía que luego cambia su nombre por Quebrada de Cafayate, conservando el nombre del primero. Esta quebrada tiene la característica distintiva de tener formaciones rocosas muy hermosas entre las que se destacan La Garganta del Diablo, el Anfiteatro, el Sapo, el Fraile, los Castillos, las Ventanitas, la Yesera, el Obelisco, el hundimiento del titanic y unas extrañas dunas antes de llegar a Cafayate. Recientes investigaciones arqueológicas en la quebrada han evidenciado la existencia de un hermoso tramo de camino incaico, ubicado a escasos metros de la Ruta Nacional Nº 68.
Cafayate es una hermosa Ciudad tierra del buen vino y de los originales helados de vino torrontés y cavernet sauvignon.
Su fundador fue Fernando de Aramburu quien en 1840 fundó oficialmente el pueblo de Cafayate. Con calles bien trazadas, casas de una planta de estilo entre colonial y barroco de fin del siglo XIX. La plaza, céntrica, amplia y florida, fue acompañada, al poniente, por el edificio municipal y la iglesia catedral, esta última, un magnífico edificio erigido en tiempos de la Colonia, con cinco naves, y que conserva imágenes de gran antigüedad y valor.
Ya en Cafayate es donde termina la Ruta Nacional 68 y tomamos la mítica Ruta Nacional 40 asfaltada hasta el pueblo de San Carlos, pasando previamente por Animaná, pueblo donde el sol brilla todo el año.
Desde San Carlos nuevamente nos adentramos en otra Quebrada fabulosa: La Quebrada de las Flechas. Dicha quebrada da la sensación de estar en un paisaje lunar, verdaderamente único. Cerca de esta encontramos el poblado de Angastaco.
Angastaco es un poblado que ostenta un trazado muy irregular debido a los médanos y a los fuertes quiebres topográficos; lugares que, sin embargo, invitan al viajero a aventurarse en caminatas y cabalgatas interminables.
Este pueblo "de la aguada del alto", según su traducción en lengua kakana, rememora las crónicas de las resistencias de los indígenas especialmente de Juan Calchaquí, y luego del falso Inca "Pedro Bohorquez", cuyo lugar de residencia fuera el actual yacimiento arqueológico de Pucará de Angastaco.
Así también, la trágica historia del Fuerte de Tacuil, muy similar a la de Masada, donde luego de resistir hasta las últimas consecuencias, sus pobladores indígenas, antes de someterse a servir al invasor, se arrojaban al vacío de aquellas montañas, ante la mirada impávida del español.
Se sugiere al viajero no dejar de visitar el Fuerte de Tacuil, con la compañía de un baqueano de la zona. La Fiesta Patronal es en honor a la Virgen del Valle, y es el 8 de diciembre.
Siguiendo viaje nos encontramos con el poblado de Molinos. Este pueblo fue el último en que las fuerzas realistas cayeron, se destaca su iglesia de estilo colonial y sus casas de la misma arquitectura.
Desde Molinos puede visitarse Colomé y la laguna de Brealito. Cerca de esta se encuentra Seclantas, pueblo de gran importancia histórica ya que en el año 1814 estas tierras fueron el punto de reunión de los patriotas en los valles, quienes constituyeron la "Junta Vallista" que auxilió a Belgrano en su retirada a Tucumán, tras las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma, en la lucha por la independencia de la corona española.
Este hecho adquiere magnitud, pues se recuerda que en el valle vivían importantes familias realistas y que el último gobernador español que tuvo Salta, don Nicolás Severo de Isasmendi, tenía su finca y vivía en esa época en Molinos.
Seclantás se halla estratégicamente ubicado en el centro de pueblos y lugares con gran atractivo histórico y turístico. Dista a 20 kilómetros de Molinos, 29 kilómetros de Cachi, y a 22 kilómetros de la Laguna de Brealitos.
Cachi es nuestro próximo destino, una hermosa localidad, tranquila y muy colonial. Envuelto por serranías de todos los colores, y bendecido por el Río Calchaquí, Cachi es un bálsamo para el espíritu. Situado a 157 kilómetros de la Ciudad de Salta, y a 165 de Cafayate, es un pintoresco pueblo de calles angostas y empedradas, enclavado en un valle de tierra fèrtil, rodeado de alfalfares y de plantaciones de pimientos colorados, los que secándose al sol, exponen un vistoso y colorido paisaje.
A 2,280 msnm, Cachi recibe a sus visitantes con una esencia particular que lo distingue como un pueblo calchaquí detenido en el tiempo. Con su cumbre siempre blanca, el Nevado de Cachi o "Blanco Peñón de la Soledad", (que cuenta con nueve cumbres y la más alta alcanza los 6,720 metros), es uno de los tesoros que le otorga un marco especial a un poblado que congrega a 1,500 habitantes.
Su origen se remonta al año 1673. La plaza, cercada por una pirca de piedra, emula a los centros de reuniones de los ancestrales habitantes de la zona (los indios Chicoanas). A un costado se encuentra la iglesia de San José de Cachi, declarada en 1945 monumento histórico nacional. Con su estilo neogótico mantiene también una particularidad de los valles: su techo, el altar, el confesionario y los marcos de los cuadros son de cardón, una madera típica de la zona.
En la otra esquina está el Museo Arqueológico "Pío Pablo Díaz", donde se conservan una 5,000 piezas que relatan más de diez mil años de historia, desde el 800 antes de Cristo hasta el 1,600 de nuestra era.
En idioma quechua la palabra "Cachi" significa sal, porque los conquistadores Incas confundieron la plateada cumbre del nevado de Cachi con una salina; otra etimología destaca que la palabra proviene de la lengua de los antiguos diaguitas, que habitaron estos valles, la kakana, donde "kak" significa (peñón, piedra, roca), y "chi" o "chin" (silencio, soledad).
Cerca de allí, 8 km, se puede visitar el caserío de Cachi Adentro al pie del hermoso nevado de Cachi.
Seguimos en Payogasta pueblo del cual o bien podemos desviar para tomar el camino de vuelta a Salta por la Ruta Provincial 33 y bajar la Cuesta del Obispo o bien seguir por Ruta Nacional 40 hasta La Poma, pueblo ubicado a 3015 metros de altitud y que significa uno de los comienzos de la zona Andina. Vale la pena acercarse hasta allí y recorrer el Puente del Diablo, las cuevas de estalactitas y estalgmitas, el pueblo viejo de La Poma, destruido por un terremoto en la navidad del año 1930, y hacer una visita a la célebre coplera Eulogia Tapia, persona en que se inspiraron para la canción llamada "La Pomeña".
Volviendo nuevamente hacia Cachi y desviándose por la Ruta Provincial 33 lo primero que nos encontramos es el Parque Nacional Los Cardones, luego la Piedra del Molino, el punto de máxima altura de la Cuesta del Obispo (3348 metros) y el Valle Encantado, realmente encantado y encantador.
Ya bajando la Cuesta del Obispo nos reencontramos con una Ruta Provincial 33 que se encuentra en estado de refacción por nueva pavimentación y con un paisaje que da lugar a valles y cultivos de tabaco a partir de Chicoana.