Tras la crónica del viaje por la Patagonia y a seis meses de finalizado el mismo merece que el mismo sea sometido a un balance con sus aspectos positivos y negativos.
Sabemos lamentablemente lo altamente costoso que es para los Argentinos viajar en general a cualquier punto de la Patagonia ese es el primer punto negativo. Sabemos también de la belleza infinita que compensa en gran parte ese sacrificio, por lo tanto en esta contraposición de aspectos positivos/negativos podemos decir que estamos compensados.
Yendo específicamente a nuestro viaje, estuvimos tres horas en Comodoro Rivadavia, tres días (casi cuatro) en Puerto Deseado, uno en Río Gallegos, cuatro días en el Calafate (uno en excursión desde allí a El Chaltén), un día entero de viaje en micro hasta Ushuaia y seis días (casi siete) en Ushuaia.
La mínima estadía en Comodoro Rivadavia merece destacarse como altamente positiva más cuando las cosas no habían comenzado del todo bien con el extravío del equipaje de Axel. Si el equipaje de Axel no hubiera aparecido en forma tan rápida merced a la presión que logramos hacer entre los damnificados hubiera sido un muy mal comienzo de vacaciones. Y más cuando Comodoro Rivadavia tiene poco para mostrar y no presenta grandes atractivos.
Un lugar que merece destacarse como muy positivo es Puerto Deseado, lugar en el que estuvimos tres días y medio, casi cuatro, y lo conocimos a fondo aunque creemos que con dos días y medio hubiera estado más que bien.
Respecto de Río Gallegos realmente era necesario pasar por allí para poder realizar las combinaciones posteriores a la vuelta de El Calafate como para ir hacia Ushuaia, pero aún no comprendemos porque nos quedamos un día allí.
Lamentablemente cuando planificamos las vacaciones dijimos que valía la pena quedarse allí para hacer base y conocer desde Río Gallegos algún lugar cercano por medio de excursiones, pero nada había allí. Las expectativas respecto de esta ciudad estuvieron muy por encima de lo que resultó ser y, más allá de un paseo básico por la misma, no tiene absolutamente nada de atractivo.
Respecto de El Calafate creemos que hubieran sido suficientes dos días y que El Chaltén merecía algo más de tiempo y no una simple excursión. En este sentido creemos que hemos sobredimensionado nuestra estadía allí a punto tal que en el cuarto día no sabíamos que hacer y, por otra parte, no hemos tomado las decisiones más correctas a la hora de conocer lugares cercanos como por ejemplo ir a las Torres del Paine o quedarnos en el Chaltén.
Por último en cuanto a Ushuaia fue muy acertado tomar la decisión de aceptar el ofrecimiento por parte de Chiqui para alojarnos en su casa. Esto nos permitió vivir una estadía en Ushuaia distinta junto a una gran persona como lo es ella y, a la vez, conocer la ciudad y sus alrededores a fondo. Talvez hubo algún día demás o nos faltó algo más de dinero para poder encarar una excursión más y conocer la Estancia Haberton pero el balance allí es altamente positivo.
Podemos decir que lo que más nos ha gustado del viaje ha sido su principio (Puerto Deseado) y la última morada del mismo (Ushuaia), quedando relegada a un tercer lugar El Calafate y sus alrededores y lejos, muy lejos, Río Gallegos y Comodoro Rivadavia lugares que poco podemos rescatar de ellos.
Respecto de Río Gallegos realmente era necesario pasar por allí para poder realizar las combinaciones posteriores a la vuelta de El Calafate como para ir hacia Ushuaia, pero aún no comprendemos porque nos quedamos un día allí.
Lamentablemente cuando planificamos las vacaciones dijimos que valía la pena quedarse allí para hacer base y conocer desde Río Gallegos algún lugar cercano por medio de excursiones, pero nada había allí. Las expectativas respecto de esta ciudad estuvieron muy por encima de lo que resultó ser y, más allá de un paseo básico por la misma, no tiene absolutamente nada de atractivo.
Respecto de El Calafate creemos que hubieran sido suficientes dos días y que El Chaltén merecía algo más de tiempo y no una simple excursión. En este sentido creemos que hemos sobredimensionado nuestra estadía allí a punto tal que en el cuarto día no sabíamos que hacer y, por otra parte, no hemos tomado las decisiones más correctas a la hora de conocer lugares cercanos como por ejemplo ir a las Torres del Paine o quedarnos en el Chaltén.
Por último en cuanto a Ushuaia fue muy acertado tomar la decisión de aceptar el ofrecimiento por parte de Chiqui para alojarnos en su casa. Esto nos permitió vivir una estadía en Ushuaia distinta junto a una gran persona como lo es ella y, a la vez, conocer la ciudad y sus alrededores a fondo. Talvez hubo algún día demás o nos faltó algo más de dinero para poder encarar una excursión más y conocer la Estancia Haberton pero el balance allí es altamente positivo.
Podemos decir que lo que más nos ha gustado del viaje ha sido su principio (Puerto Deseado) y la última morada del mismo (Ushuaia), quedando relegada a un tercer lugar El Calafate y sus alrededores y lejos, muy lejos, Río Gallegos y Comodoro Rivadavia lugares que poco podemos rescatar de ellos.
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