Es que titularlo de esta manera nos ha parecido la forma más acertada de describir al Cañón del Atuel. El Río Atuel luego del Dique El Nihuil se encañona y se cuela entre enormes montañas. Estas forman parte de la precordillera y las mismas si bien no son de origen terciario (como si lo son los Andes) fueron elevadas por el proceso presión y de choque que ejercieron al superponerse la placa de Nazca con la placa continental. Esta presión hoy en día continúa y los Andes siguen creciendo en altura, consecuentemente también la precordillera.
Pero volvamos al tema Cañón del Atuel, decíamos que el río se encajona entre medio de dos montañas a partir del Dique El Nihuil y desde allí hasta la localidad de Valle Grande, el río y las montañas conforman un paisaje sin parangón. El Atuel continuamente erosiona el suelo lo que hace que el cañón se vaya haciendo cada vez más profundo, a su vez, las formaciones rocosas que va dejando la erosión del agua y el viento hacen de este recorrido un sin fín de figuras entre ellas la del Museo de Cera, El Sillón de Rivadavia, El Lagarto, Los Viejos, La Ciudad Encantada, Los Mendigos, Los Jardines Colgantes, entre otros.
Este proceso natural lógicamente va haciendo cambiar paulatinamente las características del lugar, es por eso que en algunos tramos el camino (una ruta que es provincial y que bordea el río en toda la extensión del cañón) ha sido virtualmente comido en una porción por el cañón. También esto hace de la zona un lugar con frecuentes derrumbes y desprendimientos de piedras, algunas de enorme tamaño.
El río en su vertiginosa caída le da una potencia muy importante a sus aguas, lo cual es aprovechado por sus tres centrales que aportan 260.000 kw/h al sistema interconectado nacional. Dada la fuerza del río en algunos de sus tramos es que se puede practicar deportes naúticos, entre ellos rafting, sin riesgo alguno.
El paisaje se complementa con dos hermosos lagos: Aisol y Valle Grande.
Estuvimos allí y recomendamos a todo aquel viajero que visite Mendoza no perderselo.
Pero volvamos al tema Cañón del Atuel, decíamos que el río se encajona entre medio de dos montañas a partir del Dique El Nihuil y desde allí hasta la localidad de Valle Grande, el río y las montañas conforman un paisaje sin parangón. El Atuel continuamente erosiona el suelo lo que hace que el cañón se vaya haciendo cada vez más profundo, a su vez, las formaciones rocosas que va dejando la erosión del agua y el viento hacen de este recorrido un sin fín de figuras entre ellas la del Museo de Cera, El Sillón de Rivadavia, El Lagarto, Los Viejos, La Ciudad Encantada, Los Mendigos, Los Jardines Colgantes, entre otros.
Este proceso natural lógicamente va haciendo cambiar paulatinamente las características del lugar, es por eso que en algunos tramos el camino (una ruta que es provincial y que bordea el río en toda la extensión del cañón) ha sido virtualmente comido en una porción por el cañón. También esto hace de la zona un lugar con frecuentes derrumbes y desprendimientos de piedras, algunas de enorme tamaño.
El río en su vertiginosa caída le da una potencia muy importante a sus aguas, lo cual es aprovechado por sus tres centrales que aportan 260.000 kw/h al sistema interconectado nacional. Dada la fuerza del río en algunos de sus tramos es que se puede practicar deportes naúticos, entre ellos rafting, sin riesgo alguno.
El paisaje se complementa con dos hermosos lagos: Aisol y Valle Grande.
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