7 de junio de 2008

VOLVIENDO A PURMAMARCA.

Tomamos el desayuno a las 8 de la mañana en forma puntual, y luego de pasar ya los últimos momentos en la hostería Munay, agarramos nuestras mochilas y enfilamos la calle Belgrano con rumbo hacia la terminal de omnibus.
Ya en la terminal esperamos el micro quien llegó puntualmente a las 9.25 horas.
Poco a poco fuimos pasando los pueblos de Pumahuasi, La Intermedia y Puesto del Marqués hasta llegar en término de una hora a la Ciudad de Abra Pampa. En el medio de esta ciudad vimos el desgarrador paisaje de un terreno totalmente alambrado y con señales de calaveras que indicaban un gran peligro de muerte: Se trataba ni más ni menos que de la Metal Huasi que dejó al aire libre ni más ni menos que 10000 toneladas de escoria de plomo que intoxica y mata a nuestros hermanos y hermanas Abrapampeños. Mucho se habla de remover, de tratar esos residuos, de contenerizarlos, pero allí estaban al aire libre - y sus particulas que las respira todo un pueblo -.
Bajamos por un instante en Abra Pampa, solo unos quince minutos, razón por la cual estiramos un poco las piernas y compramos algo en el kiosko de la terminal y luego seguimos.
Ya en Tres Cruces nos deleitamos con la maravillosa formación de sus montañas: EL ESPINAZO DEL DIABLO.
El puesto de control de Gendarmería Nacional nos paró justo allí. Axel se encontraba de uno y otro lado sacando fotos cuando los gendarmes subieron pidiendo documentos. Al percatarse de ello, dejó de sacar fotos y ocupó su asiento nuevamente, exhibió los documentos y luego volvió a sacar algunas fotos más.
El día en la Puna era verdaderamente maravilloso, despejado. A medida que íbamos bajando la presencia de nubes se hacía más notoria, razón por la cual sospechamos que en Purmamarca estaría nublado. No estábamos tan errados, al poco tiempo de llegar allí se nublaría.
Siguiendo con el viaje cada uno de los paisajes de nuestra vuelta a Purmamarca, esta vez desde el norte, fueron disfrutados en todo momento, yendo de uno al otro asiento para no perderse nada y aprovechando que el micro viajaba semilleno. Se sucedían los comentarios "mirá acá el puente del ferrocarril",..."mirá allá el desvío a Iruya", "Uia que lindo...allá Hornaditas"....así hasta llegar a Humahuaca, luego pasar por Uquía, Chucalezna, Huacalera, el Angosto del Perchel, la Quebrada de Juella, Tilcara...Maimará y esos bellos cerros de la Paleta del Pintor, la Posta de Hornillos, la Quebrada de Incahuasi y, por último, allá a lo lejos, sobre la otra margen del Río Grande, el cartel sobre la montaña que indica que estamos en Tunalito...hora de empezar a levantarse de los asientos, ya estamos llegando, estamos bien cerquita de la bella Purmamarca, bien cerquita del comienzo del cierre de nuestro viaje.
Recordando estos últimos momentos hermosos es que queremos dedicar una canción que de algún modo refleja nuestros sentimientos hacia Jujuy y en especial a este pedacito de tierra maravillosa que es Purmamarca en la voz de Tomás Lipán con "Jujuy para dos".

Invitamos a escucharlo.



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