La noche fue realmente muy lluviosa razón por la cual nos dedicamos a descansar desde muy temprano y a reponer energías para el día siguiente camino a Tolar Grande.
A la mañana bien temprano denotamos que el día era muy soleado. Los sonidos de algunos pájaritos, los parlantes de la iglesia que anunciaba su primer misa del domingo y el sol que se colaba por la ventana nos levantó a las 7.00 horas. Todos, absolutamente todos, dormían, con lo cual decidimos hacer un poco de tiempo y salir un poco más tarde.
Ya a las 7.45 Axel no daba más de estar en la pieza y decidió salir a ver como estaba afuera. La primera impresión fue que había sido una noche muy dura ya que los vidrios y parte de sus respectivos capots de los autos de unos chicos que los habían estacionado en la puerta del hostal estaban totalmente escarchados. Esto se confirmó al ver los cerros cuyos picos se econtraban nevados en sus picos.
Visto esto le comunico a Roslie mis impresiones sobre el estado del tiempo.
Ya a las 8.30 un grupo de chicos (los dueños de los autos) conversan animadamente con Axel de como seguir (ellos venían desde Tucumán haciendo el recorrido clásico de ascenso en el NOA) y evaluaban ir por la antigua traza de la Ruta 40 hasta el empalme con la 52 para luego ir a Purmamarca y de allí por la 9 para ir en dirección a Humahuaca e Iruya.
Roslie calentó agua para el mate y salimos a caminar....
María Paula nos dijo...chicos si quieren ver algo lindo del pueblo suban a aquel cerro donde están las 14 paradas del Vía Crucis hasta la capillita que está allá arriba y van a ver que lindo es...como veo que a ustedes no los afectó la puna van a poder hacerlo sin inconvenientes. Después de esta recomendación le comentamos como iba a ser nuestro itinerario a lo que se vió ciertamente muy interesada. También intercambiamos impresiones acerca del Tren de las Nubes y de lo poco que deja de beneficio a San Antonio de los Cobres ya que según su punto de vista, coincidente con el nuestro, el Tren de las Nubes como trae gente y la lleva de vuelta solo le permite un beneficio limitado a los que hacen artesanías o a las tejedoras pero no a los que viven de la hotelería ya que nadie se queda. Tras ello le solicitamos si podíamos dejar las mochilas en algún rincón ya que hasta el mediodía no nos íbamos a ir de San Antonio de los Cobres a lo que accedió sin inconvenientes. Le dejamos las llaves y le avisamos que habíamos corrido un poco una de las camas porque debido a la fuerte lluvia se produjo una pequeña gotera que la hubiera mojado de no haberla movido.
Una vez afuera nuestro mate y unas galletitas sirvió para calentar nuestro cuerpo mientras íbamos camino a la estación de trenes.
Antes de llegar a la estación un pequeño llamado Franco viene corriendo en dirección hacia nosotros y nos deja un papelito con sus datos para que le hagamos llegar útiles y ropa.
Estuvimos en la estación de trenes la cual realmente parece detenida en el tiempo.
Luego de la estación caminamos por el pueblo y le hicimos caso a María Paula: subimos a aquel cerro en donde estaban las 14 estaciones del Vía Crucis para llegar hasta el mirador natural del pueblo.
Luego de disfrutar del paisaje del mismo por más de media hora decidimos bajar para caminar u poco más e ir a comer algo.
Ya llegadas las 13.00 horas nos volvimos al hostal para despedirnos de María Paula a quien le agradecimos por todo y también por la recomendación de la subida al cerro y retiramos nuestras mochilas para irnos hacia el Restaurante Huayra Huasi a esperar a José Piú quien nos llevaría en la camioneta de la Municipalidad a Tolar Grande.
Ya a las 7.45 Axel no daba más de estar en la pieza y decidió salir a ver como estaba afuera. La primera impresión fue que había sido una noche muy dura ya que los vidrios y parte de sus respectivos capots de los autos de unos chicos que los habían estacionado en la puerta del hostal estaban totalmente escarchados. Esto se confirmó al ver los cerros cuyos picos se econtraban nevados en sus picos.
Visto esto le comunico a Roslie mis impresiones sobre el estado del tiempo.
Ya a las 8.30 un grupo de chicos (los dueños de los autos) conversan animadamente con Axel de como seguir (ellos venían desde Tucumán haciendo el recorrido clásico de ascenso en el NOA) y evaluaban ir por la antigua traza de la Ruta 40 hasta el empalme con la 52 para luego ir a Purmamarca y de allí por la 9 para ir en dirección a Humahuaca e Iruya.
Roslie calentó agua para el mate y salimos a caminar....
María Paula nos dijo...chicos si quieren ver algo lindo del pueblo suban a aquel cerro donde están las 14 paradas del Vía Crucis hasta la capillita que está allá arriba y van a ver que lindo es...como veo que a ustedes no los afectó la puna van a poder hacerlo sin inconvenientes. Después de esta recomendación le comentamos como iba a ser nuestro itinerario a lo que se vió ciertamente muy interesada. También intercambiamos impresiones acerca del Tren de las Nubes y de lo poco que deja de beneficio a San Antonio de los Cobres ya que según su punto de vista, coincidente con el nuestro, el Tren de las Nubes como trae gente y la lleva de vuelta solo le permite un beneficio limitado a los que hacen artesanías o a las tejedoras pero no a los que viven de la hotelería ya que nadie se queda. Tras ello le solicitamos si podíamos dejar las mochilas en algún rincón ya que hasta el mediodía no nos íbamos a ir de San Antonio de los Cobres a lo que accedió sin inconvenientes. Le dejamos las llaves y le avisamos que habíamos corrido un poco una de las camas porque debido a la fuerte lluvia se produjo una pequeña gotera que la hubiera mojado de no haberla movido.
Una vez afuera nuestro mate y unas galletitas sirvió para calentar nuestro cuerpo mientras íbamos camino a la estación de trenes.
Antes de llegar a la estación un pequeño llamado Franco viene corriendo en dirección hacia nosotros y nos deja un papelito con sus datos para que le hagamos llegar útiles y ropa.
Estuvimos en la estación de trenes la cual realmente parece detenida en el tiempo.
Luego de la estación caminamos por el pueblo y le hicimos caso a María Paula: subimos a aquel cerro en donde estaban las 14 estaciones del Vía Crucis para llegar hasta el mirador natural del pueblo.
Luego de disfrutar del paisaje del mismo por más de media hora decidimos bajar para caminar u poco más e ir a comer algo.
Ya llegadas las 13.00 horas nos volvimos al hostal para despedirnos de María Paula a quien le agradecimos por todo y también por la recomendación de la subida al cerro y retiramos nuestras mochilas para irnos hacia el Restaurante Huayra Huasi a esperar a José Piú quien nos llevaría en la camioneta de la Municipalidad a Tolar Grande.
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