El 23 de Enero
pasado hicimos por primera vez el recorrido completo de la explotación minera
abandonada del Establecimiento Azufrero Salta en la Puna Salteña. (Extracción -
Producción - Distribución). Ya estuvimos en otras ocasiones pero siempre nos
habíamos limitado a visitar a Caipe y La Casualidad. En esta ocasión nuestra
visita sería completa.
Descubierta en la decáda del 40, la explotación
de azufre en la Puna comienza por ese entonces, más concretamente en 1943, como
sociedad mixta y en 1951 pasa a manos de la Dirección de Fabricaciones
Militares - al considerarse su explotación como estratégica tal como así lo concebían la escuela de militares que pensaron el
desarrollo de la industria para la defensa como el Gral Savio -. Su cierre
definitivo ejecutada en 1979 fue por decisión del Gobierno Militar a través de un Decreto que databa del año 1978 perpretrado por el entonces Ministro de Economía, José Alfredo Martínez de Hoz, aduciendo la
falta de rentabilidad en la extracción de este mineral y que era conveniente su
importación en vez de su propia producción.
Hoy, 24 de
Marzo, y a 36 años del golpe que dio inicio a la dictadura más sangrienta de
nuestra historia, comenzamos con la crónica de "La Ciudad que la dictadura
hizo desaparecer".
Cuentan los que
allí vivieron, en su mayoría personal civil que trabajaba en la mina, que la orden de desvastar el establecimiento de La Casualidad fue
implacable de modo tal que nadie más pudiera habitar ese lugar ni explotarlo.
El mineral se extraía desde el Cerro Estrella a
5200-5300 metros sobre el nivel del mar, se llevaba en vagonetas tiradas por un
cablecarril de 25 Km. hasta el Campamento de La Casualidad donde se procesaba, se refinaba, se solidificaba y se conseguía su máxima pureza.
En el campamento de La Casualidad trabajaron más de dos mil personas. Contaban
con Agua Corriente, Cloacas, Luz, Gas, Teléfono, Acceso asfaltado desde la Estación
del Ferrocarril Gral. Belgrano de Caipe, Escuela Primaria, Secundaria, Casino
(que en realidad era un alojamiento para los solteros y reunión de juegos de
billares y cartas), Cine y Confitería. Era un pueblo que se autoabastecía de lo
necesario para la dura vida en la Puna a 4000 metros de altitud sobre el nivel
del mar, lugar en el que también ejercían soberanía dada la cercanía con la frontera con Chile. Luego de procesado el mineral cuya pureza era de 99.98%, se llevaba en camiones por la ruta
asfaltada a Caipe y de allí en Ferrocarril a Salta y a Buenos Aires.
Consecuencia de su cierre fue el éxodo forzado
de todos sus habitantes que han dejado abandonado sus casas, sus vidas, sus recuerdos y todas las
instalaciones mineras. Sólo quedan ruinas de lo que alguna vez
fue y el silencio.
En cuanto a Caipe, hubo un progresivo
despoblamiento a partir de la salida de funcionamiento de La Casualidad y el
ferrocarril siguió pasando hasta por lo menos 1991 que con el proceso de
privatizaciones ha quedado desactivado en forma total. En virtud de ello se terminó de
despoblar totalmente.
Aquí comienza su historia y nuestra crónica!
1 comentario:
Es maravilloso seguir vuestro relato, y retornar con la mente a Tolar Grande.
María
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