17 de febrero de 2009

UN PASEO POR LA LAGUNA TEBENQUICHE Y EL MAS MARAVILLOSO ATARDECER.


Nuestra tarde finalizaría a todo color paseando por la Laguna Tebenquiche esperando uno de los atardeceres más impresionantes que hayamos vivenciado.
La Laguna Tebenquiche se encuentra ubicada en el norte del Salar de Atacama y es una de las pocas zonas en donde se puede apreciar la blancura de la sal gracias a la presencia del agua de la laguna que allí se forma y que no logra tener una profundidad mayor a los 60-80 cm.

Allí fue el lugar donde pasaríamos un atardecer a todo color. Realmente nos cuesta poder describir las tonalidades y lo cambiante que resultaba el paisaje minuto a minuto. Es que en cuestión de unos pocos minutos uno podía pasar de ver en el lejano horizonte de colores rojizos a colores anaranjados a colores amarillentos casi dorados, todos ellos mezclados en el paisaje con el blanco de la sal, el azul del cielo y las tonalidades marrones de las montañas.

El cielo con sus nubes completaba ese paisaje que de por ratos era uno y al instante era otro completamente distinto.
A medida que caía el sol el viento comenzaba a hacerse presente y marcar una baja significativa de la temperatura.
ES LO QUE SE DICE UN PAISAJE DE ESOS QUE TE DEJAN SIN PALABRAS Y QUE TE INVITA A DISFRUTARLO CON TODOS LOS SENTIDOS.

Tuvimos la dicha de conocer y vivenciar la experiencia de este hermoso lugar y de armar un muy lindo brindis entre todos los que estábamos allí por ello, esperando hasta que el último destello de sol terminara de iluminar el paisaje, como si el sol fuera el telón de una gran obra maestra..., y así lo fue, sin dudas una gran obra maestra que culminaba con sus mejores colores para los ojos que lo contemplaban.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Espectacular! jamás vi un atardecer similar... que bárbaro!!!

He quedado maravillado (y eso que lo estoy viendo en fotos, ya sabemos de que se trata el asunto…)

Otra cosa. Con respecto al posteo anterior. Hasta el día de hoy estaba creído que solo en el mar de Palestina era posible ‘no ahogarse”. Que bien!
Nunca tuve la suerte de sumergirme y no nadar. Debe estar buenísimo!

P.D. Cada vez estoy más entusiasmado…