23 de febrero de 2009

VOLVIENDO A SAN PEDRO DE ATACAMA.

Una vez que dejamos atrás a los Geiseres del Tatio tomamos nuevamente la ruta a San Pedro de Atacama esta vez con la posibilidad de ver y disfrutar de los paisajes que no pudimos ver a la ida. El frío cedía a los fuertes rayos de sol y el calor comenzaba a hacerse presente.
Nuestra primer parada fue en el Valle del Río Putana. De allí se nos presentaban dos alternativas: ir a una zona conocida como Valle de Cactus en la Quebrada de Guatín y hacer un minitrekking por dicho lugar o visitar el pueblito de Machuca. Elegimos la primer alternativa.

En el camino se nos han cruzado vicuñas y suris.

Pasando este valle accedimos a unas lagunas las cuales eran un verdadero oasis. Cerca de alli estaba el desvío a Machuca el cual seguimos de largo...será para otra vez.

En las lagunas pudimos apreciar bien de cerca diversos flamencos rosados. El paisaje verdaderamente cambia mucho a nuestro alrededor, desde las distintas tonalidades que adquiere la tierra hasta los lejanos volcanes que se erigen a sus alrededores.

Seguimos camino hasta el mirador que hay del Salar de Atacama. Allí puede apreciarse todo el Salar en su magnitud. Los colores rosados se entremezclan con la blancura del salar y el celeste del cielo. Desde allí puede apreciarse una parte de color rosado más adelante que son los Valles de la Muerte y el de la Luna, los cuales pertenecen a la Cordillera de la Sal. Más atrás se encuentra casi imperceptible a la vista de la foto la Cordillera de Domeyko, la cual no llegamos a conocer pero que nos han descripto como que su orogenia es similar a la del Cerro de los Siete Colores de Purmamarca. La parte más blanca del Salar pertenece a la Laguna Tebenquiche, la cual habíamos conocido en el día anterior en uno de los mejores atardeceres de nuestras vacaciones.

Seguimos camino y pasamos nuevamente por las Termas de Puritama y Puripobre y nos detendríamos unos kilómetros más adelante en donde los Ríos Puritama y Purifica comienzan a encontrarse dando origen a la Quebrada de Guatín y al Río Vilama en donde está el Valle de Cactus a tan solo 3200 metros sobre el nivel del mar.
Ya en este oasis que es el Valle de Cactus nos dedicamos a caminar por un pequeño sendero al costado de los ríos, bajar por el cañadón en donde se origina el Vilama y sacarnos hermosas fotos junto a la cascada.
Aquí las fotos!!!













Luego de ello nos fuimos a San Pedro de Atacama en donde comeríamos en lo de Doña Chofi una espectacular comida por muy poco dinero.
El calor que hacía en San Pedro de Atacama hacía derretir cualquier cosa y por la tarde iríamos al Valle de la Muerte y Valle de la Luna. Pero esta es otra historia que reservamos para la próxima.

Será hasta la próxima!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bueno todo lo que han contado hasta ahora; definitivamente San Pedro de Atacama y sus alrededores no tienen desperdicio!
Excelentes fotografías.

Saludos!

Chugo

P.D. Se viene uno de los posteos más esperados por mí: Valle de la Muerte y Valle de la Luna (sin conocer absolutamente nada de todo esto me arriesgo a decir que fueron dos de los lugares más increíbles de la fase chilena).